IEDGE – Project Manager, Una Profesión poco agradecida


No hay profesión en el mundo más orientada a objetivos que la gestión de proyectos. Es esta una profesión muy poco agradecida. Si los objetivos se consiguen, como tenía que ser, para eso nos ponen al mando, nadie nos felicitará. Pero si no se consiguen, entonces la culpa es sólo nuestra.

Dialogo de una parodia de televisión (La hora de José Mota en TVE)

  • ¡Si no pasa na’! Pero que sepas que, en no pasando na’, ser eres…
  • ¿Que soy qué?
  • Un simple técnico.
  • No, perdona, yo soy el Director del Proyecto, lo que pasa es que, por esta vez, tengo que hacerlo yo todo.
  • Desde el cariño te lo digo: Que sepas que ser eres…

A lo largo de mi trayectoria profesional, me he encontrado con muchas personas que decían ser Project Managers, pero que en realidad no lo eran, y peor aún, no tenían la actitud para llegar a serlo. Estas personas, aunque no lo reconocían, encontraban su zona de confort en decidir y ejecutar todas y cada una de las actividades de tipo técnico, especializándose en su ámbito de dominio tanto que nadie más podía hacer ese trabajo, igualar su ritmo, solucionar las crisis, atender las quejas, etc. Cuando estas personas lideraban equipos, no delegaban todas las tareas técnicas, y la forma de controlar a los miembros del equipo era entrando en los detalles técnicos, debatiendo más el “cómo hay que hacerlo” que el “qué hay que hacer”.

Sin embargo, a mi juicio, estas personas no gestionaban proyectos. Si no gestionaban su trabajo conforme a un plan, si todos los días cambiaban el alcance, si no se anticipaban a los posibles problemas, en definitiva, si no había ninguna proactividad ni predictibilidad, no llamemos a eso gestión de proyectos, llamémoslo de otra forma: digamos que gestionaban operaciones, servicios, asistencias técnicas, soporte, etc.

La dosis de realidad llegaba cuando saltaban las grandes crisis: El proyecto iba perdiendo mucho dinero, o bien se admitía que era imposible cumplir los objetivos, o lo que se entregaba era “inaceptable, de mala calidad” según el cliente, etc. Entonces la solución solía ser reemplazar al Project Manager por otro, con graves perjuicios para cliente y proveedor, y la consiguiente depresión por parte del Project Manager saliente: Si usted se identifica totalmente con el proyecto, si usted es el proyecto, si todo se lo toma como un ataque personal, entonces cuando le liberan del proyecto y debe ceder el testigo a otro, ¿cómo se sentirá?

En los proyectos hay mucho en juego. Hay mucho interesado, gente que gana o pierde con el proyecto. Hay muchas posibilidades de que un proyecto sea un éxito, pero también es probable que sea un rotundo fracaso, que llegue a impactar la imagen de la empresa, o incluso llegue a afectar al valor de la acción. No hay profesión en el mundo más orientada a objetivos que la gestión de proyectos. Es esta una profesión muy poco agradecida. Si los objetivos se consiguen, como tenía que ser, para eso nos ponen al mando, nadie nos felicitará. Pero si no se consiguen, entonces la culpa es sólo nuestra. Mientras todo iba bien, nadie decía nada, pero ahora que va mal, de repente, todo el mundo habla de gestión de riesgos, escasa documentación, falta de liderazgo, auditorías de calidad, problemas de comunicación, ausencia de habilidades sociales, necesidad de coaching, etc. El resultado es siempre el mismo para el pobre Project Manager: Nos acusan de todo y no tenemos buena defensa.

Un hecho diferencial cuando comparamos el “éxito del técnico” con el “éxito del Project Manager” es que el técnico depende principalmente de sí mismo, mientras que el Project Manager depende de muchas variables externas, la mayoría de las cuales caen fuera de su zona de control: equipo, cliente, proveedores, recursos materiales, organización ejecutante, suerte…

Con tantos elementos en contra, si se nos juzga tan injustamente, si no se nos da una segunda oportunidad ¡sino que se nos reemplaza! ¿por qué alguien en su sano juicio querría ser Project Manager? ¿Por qué hay casi medio millón de PMPs en todo el mundo, creciendo un 15% al año? ¿Por qué el número de PMPs en España creció un 45% en 2011? Algo tendrá esto de dirigir proyectos, ¿verdad?

Que cada quien lo explique a su manera, yo creo que no hay otra profesión más adecuada para los que queremos cambiar este mundo que nos ha tocado vivir.

 

¡Quedo a la espera de sus comentarios!

Jose Barato

Profesor del área de Tecnología y Sistemas de Información

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Comentarios


  1. Victor Martínez de Castro
    comento el día 30 de noviembre a las 4:24 am (#)


    En la gestión de Proyectos me ha tocado experimentar, además de lo que aquí se comenta, que no siempre se someten los recursos realmente necesarios para cada proyecto y ese desajuste en la dotación de recursos lleva también al fracaso sobre todo cuando se emprende en un proyecto que no tiene otras referencias de ejecución


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