Sin darnos cuenta la decisión de confiar o no confiar en las personas, es un proceso mental que llevamos a cabo día con día en las relaciones interpersonales: ¿Imprimo el reporte? ¿Me llevo el cañón? ¿Le enviamos la minuta a su correo? ¿Recojo la factura? ¿Lo comunico? ¿Hablo con el colaborador? ¿Cambio el cheque? ¿Imprimo la propuesta? El responder a todas éstas preguntas con un SI, implica tomar la decisión de confiar en otra persona diferente a nosotros, quién realizará éstas acciones.
La definición de confianza que maneja la Universidad de Harvard es la dependencia segura en alguien cuando se está en una situación de vulnerabilidad (cuando la persona que decide confiar no ejecutará directamente la acción). Es depender de otro con el riesgo a obtener resultados positivos o negativos de sus acciones.
La confianza no se crea mágicamente, cuesta trabajo ganarla y por el contrario puede llegar a desaparecer de una manera ágil. Combina incertidumbre, riesgo, complejidad, entornos de alta velocidad, el daño posible y otras múltiples razones para confiar o desconfiar.
La mitad de todos los ejecutivos no confía en sus líderes, resultado que mostró la encuesta a 450 ejecutivos de 30 empresas alrededor del mundo realizada por Golin-Harris. El 69% de los encuestados estuvo de acuerdo con la afirmación: “Simplemente ya no sé en quién confiar.” Al preguntarles ¿Cómo se siente un ambiente de desconfianza? Ellos coincidieron en los adjetivos: “estresante”, “amenazador”, “divisivo”, “improductivo” y “tenso” y por el contrario sus respuestas a la pregunta ¿Cómo se siente un ambiente de confianza? fueron los calificativos: “divertido”, “unido”, “motivador” “productivo” y “confortable.”
Al decidir si se va a confiar en alguien, las personas consideran 8 factores básicos: 3 se relacionan con el confiador y 5 reflejan la situación específica que involucra los 2 roles implicados en el acto de confianza: el Confiador y el Confidente.
El Confiador es la persona que toma la decisión de confiar o no, el que deposita su confianza en otro. (R. Romero 2011).
El Confidente es la persona a quien se le deposita la confianza, el que llevará acabo la acción que el confiador le solicita en un entorno determinado. (R. Romero 2011).
El Confiador debe tomar en cuenta 3 factores de su personalidad:
Los factores restantes tienen que ver con el entorno de la situación particular y la relación entre las partes:
Preguntas que debe hacerse el tomador de la decisión, el Confiador:
Preguntas que se deben hacer los dos según el entorno, la situación y su relación:
Si la respuesta en su mayoría es BAJA habrá DESCONFIANZA y si es ALTA se construirá la CONFIANZA.
Y tú… ¿Confías o desconfías?
Roberto Romero (EMBA). (@RRcromo)
Profesor de Dirección de Personas
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* Los contenidos publicados en este post son responsabilidad exclusiva del Autor.
Fuentes:
Notas del Autor.
P. Horvat, K. Moller,
K. Rampersad
P. Cheese, R. Thomas, E. Craig
Marina Ocón
comento el día 12 de septiembre a las 10:24 pm (#)
Hola Roberto
Yo considero que el nivel de confianza se basa en su mayoría en el ùltimo punto mencionado (nivel de comunicaciòn) puesto que la comunicaciòn te va a ayudar a definir si el confidente entiende y comparte la responsabilidad y compromiso con la tarea a realizar.
Si existe una buena comunicación las malinterpretaciones en los procesos no tienen lugar, el diálogo e intercambio de ideas va alimentando la confianza.
Saludos!
Marina