Una relación es poderosa cuando a través de ella se crea un compromiso de acción.
Recordemos que cuanto más das más respeto recibes. Cuando las personas somos generosas creamos una vida significativa, podemos gozar de respeto e influencia, por el contrario, quien actúa únicamente en su interés será rechazado y despreciado. El compromiso entre personas es una orientación hacia el futuro que implica igualdad en este dar y recibir… y se acaba cuando ya no es así.
Numerosas investigaciones sobre las raíces neurobiológicas de las emociones positivas se enfocan en la oxitocina, informalmente conocida como la “hormona del abrazo”. Las personas con una variación particular en el gen receptor de oxitocina son más hábiles en la lectura del estado emocional de sí mismos, de los demás y se estresan menos en situaciones adversas.
La oxitocina se segrega en el torrente sanguíneo y en la parte del cerebro donde se promueve la interacción social, la crianza y el amor entre otras emociones positivas. Asimismo junto con el nervio vago juegan un papel en la comunicación y en la calma.
Una de las intervenciones más utilizadas para comprobar dichos esquemas es el ejercicio de la “Barrera”, en donde dos personas separadas por una barrera se turnan para tratar de comunicar emociones, tocándose una a la otra a través de una pequeña superficie abierta en la barrera. Al hacer lo anterior se puede detectar en personas participantes actividad en la región del cerebro como respuesta a las amenazas: aumenta su ansiedad mientras esperaban ser tocadas. Sin embargo tan pronto como sentían un toque “amable” el nervio vago se activa y la oxitocina se manifiesta, calmándolas de inmediato. En su mayor parte los participantes fueron capaces de comunicar con éxito simpatía, el amor y la gratitud, hasta calmar la ansiedad.
Debido a nuestra vulnerabilidad frente a la vida y a la muerte, la tarea fundamental para la sobrevivencia humana es cuidar de los demás. Por lo tanto corresponde a cada persona desde la empresa, desde la familia o cualquier grupo de interacción social, cultivar conscientemente la gratitud el compromiso y la generosidad, eso conlleva a resistir más la adversidad y lograr un equilibrio de vida.
Los seres humanos hemos sobrevivido como especie porque hemos desarrollado la capacidad para atender a los más necesitados y cooperar. Somos emocionalmente capaces de amar y ser amados.
Contra lo que afirmaba Darwin, el amor y la amistad es nuestro instinto más fuerte.
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Silvia Ahumada (@silvia_ahumada)
Profesora de Dirección de Personas
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Fuentes:
Notas del Autor.